El problema son los demás; distraídos
con sus conversaciones idiotas y risas
estruendosas; ignorando mi ambiente
personal deseoso de silencio.
El problema es que caminan, bailan,
gritan; llenos de euforia, sin importarles
que mis movimientos delicados a modo
de péndulo podrían alterarse, perdiendo rumbo.
Sus ojos radiantes y cabellos flameantes,
¡Ese es el problema! perturbando mi
vista calma, que se deleita de los
placeres tétricos, carecientes de alma.
Sus temples egocéntricos y movimientos
vivaces. Su disfrute pagano y perversiones
fugaces; ¡todo es un problema! para un
hombre en duelo, afligido. Todo es un
problema cuando vistes el negro, sufrido
por quien ha partido.
¡Sí! Ese es el problema; que he fallecido y
no volveré a despertar. Estoy muerto en vida, y
no resucitaré más.
- Anjoss